¿Qué es un compliance Officer y cómo externalizar sus funciones?

¿Quién es el Compliance Officer de una empresa?

El Compliance Officer es un órgano (unipersonal o colegiado) de la persona jurídica, con poderes autónomos de iniciativa y control que debe asumir la supervisión y gestión del Modelo de Compliance implantado en la organización.

Tanto la normativa nacional como los estándares internacionales de normalización prevén la posibilidad de externalizar determinadas funciones que competen al Compliance Officer. La Fiscalía General del Estado plantea, como ejemplos, la impartición de cursos formativos para los profesionales de la organización, la implantación de un canal de denuncias o la realización de investigaciones internas. De esta manera, se consigue garantizar mayores niveles de confidencialidad e independencia.

Funciones de ejecución, control y reporting

El Compliance Officer deberá evaluar y guardar evidencia de:

  • La eficacia de las medidas y de los controles implantados en la Organización
  • La actualización de las obligaciones de Compliance
  • La eficacia de las acciones formativas llevadas a cabo en el seno de la Organización
  • El estado de la cultura de Compliance
  • La eficacia en la gestión de no conformidades en materia de Compliance
  • Reporting periódico a la Dirección

¿Puede ejercer como Compliance Officer el órgano de administración?

En el caso de sociedades de pequeñas dimensiones que, conforme al art. 258 de la Ley de Sociedades de Capital, puedan presentar cuenta de pérdidas y ganancias abreviadas, según se establece en el artículo 258 de la Ley de Sociedades de Capital ,el art. 31 bis del Código Penal establece que las funciones del Compliance Officer podrán ser ejercidas directamente por el Órgano de Administración.

Ventajas de externalizar las funciones del Compliance Officer

  • La externalización de algunas de las funciones que corresponden al Compliance Officer puede aportar a la Organización una serie de ventajas importantes:
    • Limita los conflictos de interés, ya que favorece la imparcialidad y mayor objetividad a la hora de valorar y controlar que la organización cumple con todas las normativas vigentes.
    • Facilita el seguimiento de la actualización y revisión periódica de los contenidos del programa.
    • Ayuda a analizar el programa desde una perspectiva externa no condicionada por los objetivos de la organización.
    • Permite contar con el asesoramiento y la experiencia de expertos en la materia, los cuales cuentan con una visión más amplia, permitiendo así encontrar soluciones más diversas.
    • Fomenta la formación y sensibilización de los miembros de la organización en materia de ética y cumplimiento por medio de programas formativos y campañas de sensibilización impartidos por especialistas.

Consulte con nuestros expertos cuáles son sus necesidades y plantearemos una solución a su medida.